Introducción

Si pasas muchas horas sentado en la oficina, es probable que hayas experimentado dolores de espalda, cuello o muñecas. Una mala postura al trabajar puede generar problemas musculoesqueléticos a largo plazo, afectando tu bienestar y productividad.

En este artículo, te explicamos cómo mejorar tu postura en el trabajo y evitar molestias con simples ajustes ergonómicos y consejos quiroprácticos.

¿Por qué la postura en la oficina es importante?

Cuando adoptamos una postura incorrecta al trabajar, nuestro cuerpo sufre las consecuencias. Algunos de los problemas más comunes incluyen:

Dolor en la zona lumbar y cervical
Tensión en hombros y muñecas
Fatiga muscular y rigidez articular
Cefaleas tensionales y cansancio

Consejos para una postura correcta en la oficina

1. Ajusta la altura de tu silla y escritorio

Asegúrate de que tu silla permita que tus pies toquen el suelo y que tus rodillas estén en un ángulo de 90°. Además, tu escritorio debe estar a una altura que te permita mantener los hombros relajados y sin tensión.

2. Mantén el monitor a la altura de los ojos

El centro de la pantalla debe estar al nivel de tus ojos para evitar inclinar la cabeza hacia adelante, lo que puede generar tensión en el cuello.

3. Ubica el teclado y el mouse correctamente

Tus manos deben estar alineadas con tus antebrazos, formando un ángulo de 90° a 110°. Evita estirar demasiado los brazos para alcanzar el teclado o el ratón.

4. Tómate pausas activas

Cada 30-45 minutos, levántate, estira los brazos y realiza pequeños movimientos para reducir la rigidez muscular.

5. Considera la quiropraxia como parte de tu rutina

Los ajustes quiroprácticos ayudan a corregir la postura, liberar tensiones acumuladas y mejorar la movilidad articular. Si trabajas muchas horas sentado, una consulta quiropráctica puede prevenir dolencias a largo plazo.